Viajes

Mi primera vez en California

Hola aventureros y bienvenidos a otro episodio a la Maasberg!

California es sumamente conocido por sus ciudades, su vida de lujo, sus playas, etc.

La aventura californiana como muchos viajes, comienza por el vuelo hasta el destino soñado.

En esta ocasión – y cómo nota viajera – dentro de México es muy muy barato volar a la ciudad de Tijuana y pagar únicamente un vuelo doméstico dentro del país. Adentro del aeropuerto existe una zona de migración llamada CBXCross Border Xpress – que te permite entrar a Estados Unidos y pasar a entrevista con el personal de aduana sin siquiera salir del aeropuerto. Por supuesto, tiene un costo el uso de este medio, pero no se compara con el ahorro de tiempo y la seguridad que te da el no tomar ningún taxi o esperar horas en una fila para obtener el permiso de paso a nuestro país vecino.

Mi primera vez en California – y un dato bastante curioso y literal – ¡del otro lado el pasto es más verde! y esto concepto aplicó desde que en el túnel, el lado de Estados Unidos tenía clima encendido y el lado mexicano no hahaha. El camino está lleno de letreros con flechas que te indican la dirección a tomar si tu destino es Estados Unidos o México, por que seguro si hay personas que se pierden incluso en el túnel.

Parte de la aventura californiana era también mi primera vez cruzando por tierra hacia Estados Unidos – y lejos de cualquier contratiempo, fue en extremo fácil, esperé 30 segundos para pasar con el oficial de migración; desde ese punto comencé a notar la amabilidad de la gente en California y lo que más adelante descubriría era un state of mind de la zona que se ha vuelto una meta de vida libre de estrés 😉

Mi primera vez en California se centraba en conocer la bellísima ciudad de San Diego y para esto, mi novio y yo rentamos un auto justo a la salida del CBX. Nos incorporamos rápidamente al free way y en sólo 30 minutos, ya estábamos en nuestro Airbnb por el fin de semana. Algo muy chistoso de nuestros host fue que no se callaban! Dios mío, nunca había conocido personas que hablaran tanto hasta ese día, en 10 segundos tuve que retomar mis clases mentales de inglés y llevar la conversación a un nivel de inglés fluido y tomar todos los consejos que nos estaban dando de qué ver y hacer en su ciudad. Fueron muy amables y hospitalarios, pero nunca olvidaré la sensación de: …por favor sólo quiero decir buenas noches e irnos a dormir hahahahaa. Segundo punto del día donde apreciabas la amabilidad de la gente en California.

Al otro día temprano, yo ya estaba lista para hacer mil aventuras y recorrer todos los sitios posibles que había enlistado, pero con el paso de las horas, mi apuro interno se convirtió en un modo chill como el que todos estaban viviendo, mi rush citadino no encajaba con la vibra relajada del lugar, así que me rendí ante este estado de ánimo y comencé a disfrutar de la vista, la comida, los caminos de un punto a otro y la calidad de vida que se tiene ahí.

Parques padrísimos llenos de vida como Balboa Park, carreteras con vista a la playa, vecindarios súper bonitos, vegetación por todos lados, atardeceres de ensueño y una vida soñada, todo esto me dejó un viaje de 4 días por California.

Escuchaba haca poco un podcast donde entrevistaban a uno de mis viajeros favoritos – coff coff Alan x el Mundo – y las historias que compartía hacían completo match con mi visión de los viajes y el cómo van marcando tu vida, enseñándote a tomar lo mejor de las situaciones y abrir tu mente a otros pensamientos, corrientes filosóficas, respeto por otras culturas y una enorme cantidad de recuerdos que ningún video o fotografía lograrán el grado de detalle y felicidad que sientes en esos momentos.

Mi primera vez en California me dejó un montón de fotografías de paisajes increíbles, un estilo de vida relajado, atardeceres viendo el mar y unas ganas enormes de aventurarme al norte e intensificar la vibra californiana que se viva por doquier!

Les dejo mis fotografías favoritas y muy muy pronto, la guía completa por San Diego.

¡Hasta la siguiente aventura a la Maasberg mis viajeros!